CIA asegura que bombardeos de EE. UU. destruyeron principal instalación nuclear de Irán


Estados Unidos.– El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe, afirmó que los recientes ataques militares de Estados Unidos destruyeron la única instalación de conversión de metal de Irán, en un golpe que, según sus estimaciones, retrasaría por años la capacidad de Teherán de fabricar un arma nuclear.

La información fue revelada por un alto funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato, al precisar que Ratcliffe ofreció estos detalles la semana pasada durante una audiencia clasificada con legisladores del Congreso, donde defendió la efectividad de las operaciones militares ejecutadas en territorio iraní.

De acuerdo con la versión oficial, la instalación destruida estaba ubicada en Isfahan y desempeñaba un papel clave en la transformación del gas de uranio enriquecido en metal denso, un paso esencial en la producción del núcleo explosivo de una bomba nuclear. El propio presidente Donald Trump aseguró que la ofensiva significó “el fin de sus ambiciones nucleares, al menos por un período de tiempo”, mientras que su secretario de Defensa, Pete Hegseth, calificó los complejos atacados como “prácticamente destruidos”.

La comunidad de inteligencia estima que la mayoría del uranio enriquecido que Irán había acumulado permanece sepultado bajo escombros en las instalaciones de Fordow y Natanz, dos de los tres objetivos estratégicos alcanzados durante el operativo de doce días, que combinó bombardeos de precisión con misiles Tomahawk.

Sin embargo, organismos internacionales han moderado la contundencia de los señalamientos de Washington. Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió que, aunque las instalaciones sufrieron “daños severos”, aún persisten capacidades que podrían ser reactivadas si Irán decide reconstruir su infraestructura. “Francamente, no se puede afirmar que todo ha desaparecido”, expresó Grossi en el programa Face the Nation de CBS, al subrayar que el conocimiento técnico adquirido por Irán permanece intacto.

Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que el ataque dejó “borrada del mapa” la planta de conversión de metal, la única de su tipo en Irán. “No se puede hacer un arma nuclear sin esa instalación”, afirmó en la cumbre de la OTAN.

Las operaciones estadounidenses también impactaron las defensas antiaéreas iraníes y, según Ratcliffe, cualquier intento de reconstrucción sería ahora vulnerable a nuevas ofensivas israelíes. De hecho, funcionarios israelíes coinciden en que el ataque neutralizó, al menos temporalmente, la capacidad iraní de enriquecer uranio a nivel armamentístico.

El ataque se produjo en medio de crecientes tensiones y del escepticismo de sectores demócratas, que cuestionan si esta escalada militar provocará un resultado sostenible o alimentará un nuevo ciclo de hostilidades. Grossi reiteró que la única vía para garantizar el control de la capacidad nuclear iraní sigue siendo un acuerdo diplomático que establezca mecanismos de verificación y transparencia.

El gobierno iraní aún no ha ofrecido un informe oficial detallado sobre los daños ni ha permitido la entrada inmediata de inspectores internacionales a las áreas afectadas.

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