
Por Carlos Julio Féliz Vidal
El inobservar normas gramaticales, confundir el uso de una letra por otra, omitir una tilde o marcarla cuando no correspondía, por parte de oficiales del estado civil en República Dominicana, ha dado lugar a cambios del patronímico (apellido o nombre familiar), generando una "singularidad" insular atípica en el castellano.
La degradación ortográfica ha permitido que un apellido original asuma distintas formas legales de escribirse, lo que muchas veces crea dificultades para establecer parentesco y raíces con los antepasados y contemporáneos.
Pondré algunos ejemplos para clarificar el discurso.
El apellido Vásquez, formula original, se ha transformado por degradación ortográfica, en una variedad de apellidos independientes: Vásques; básquez; Vásque; Vázquez; etc.
El apellido Féliz, ha asumido múltiples variedades: Felix; Feliz, Felis. Féliz, etc.
Los problemas eran mayores cuando los errores en las actas sólo eran corregibles mediante un proceso judicial de rectificación de actas.
Tags
opinion