Jerusalén.– Una nueva escalada de violencia se registró este domingo en la Franja de Gaza, luego de que el Ejército israelí confirmara la ejecución de bombardeos en la ciudad de Rafah, al sur del enclave, tras un ataque con misil antitanque y disparos dirigidos a sus tropas.
De acuerdo con un comunicado emitido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques aéreos fueron realizados “como medida de defensa y respuesta inmediata”, con el propósito de neutralizar posiciones hostiles y destruir túneles y estructuras utilizadas para actividades armadas.
La fuerza Radea, un organismo de seguridad bajo control de Hamás, informó que también llevó a cabo una operación en el mismo sector de Rafah, pero aclaró que su intervención no estuvo dirigida contra Israel, sino contra un supuesto escondite relacionado con el líder miliciano Yasser Abu Shabab, integrante de una facción rival conocida como Fuerzas Populares.
Abu Shabab, quien se ha vinculado con la protección de camiones de ayuda humanitaria en coordinación con el Ejército israelí, negó haber sido objetivo militar y publicó en redes sociales que se encontraba a salvo tras la ofensiva.
Según fuentes locales, tras la intervención de Radea, se produjo un intercambio de fuego entre fuerzas israelíes y milicianos en el área, lo que ocasionó la explosión de un vehículo militar.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró que su país responderá ante cualquier ataque “que ponga en riesgo la seguridad de sus soldados y ciudadanos”, mientras que Hamás acusó a Israel de “incumplir el alto el fuego” pactado desde el 10 de octubre.
La situación en Rafah mantiene en alerta a la comunidad internacional, que ha solicitado moderación y respeto a los acuerdos humanitarios para evitar un nuevo repunte del conflicto armado en la zona.
