Por Ahora Noticias RD
La Vega, República Dominicana– En medio de la incredulidad y el dolor, familiares y vecinos del municipio Fantino, en la provincia La Vega, enfrentan el impacto emocional del violento intento de feminicidio perpetrado contra Kaina Ureña y sus dos hijas, de siete y diez años, quienes resultaron gravemente heridas.
El pasado sábado por la noche, Ureña fue apuñalada en 18 ocasiones por su pareja, Jesús María Castaños Contreras, un hombre de 53 años que, según relatan testigos, mantenía una imagen pública de persona pacífica y afectuosa, tanto en redes sociales como en su entorno cercano. El ataque ocurrió dentro de un vehículo, justo antes de que el agresor supuestamente viajara de regreso a los Estados Unidos, donde residía desde hacía varios años.
Las dos hijas de Ureña también resultaron heridas durante el ataque y, al igual que su madre, permanecen hospitalizadas en el Hospital Universitario Luis Manuel Morillo King de La Vega. La comunidad está profundamente consternada por el brutal incidente, que ha dejado una profunda marca en quienes conocían a la familia.
Manuela Ureña, hermana de la víctima, expresó su asombro y dolor por lo sucedido: “Quedaremos marcados prácticamente, porque no esperábamos eso, y más como él era con uno y como lo tratábamos a él… era una persona pacífica según lo que mostraba”. El testimonio de la familia refleja la gran sorpresa por la naturaleza del ataque, que nadie pudo anticipar.
Ana Iris Vásquez, vecina de la familia, manifestó su pesar por la tragedia: “Esto ha consternado mucho este sector aquí, eso es algo muy lamentable… una muchacha muy trabajadora, una madre ejemplar”. La comunidad se encuentra sumida en el asombro y la tristeza, incapaz de entender cómo pudo ocurrir tal tragedia.
Castaños Contreras, después de cometer el ataque, ingirió una sustancia tóxica que le causó la muerte, cerrando un ciclo de violencia que ha dejado a una familia devastada y a una comunidad en estado de shock. Las autoridades continúan investigando el caso mientras las víctimas siguen luchando por sus vidas en el hospital.