Por Ahora Noticias RD
Santo Domingo, 16 de julio de 2024– El Plan Piloto de la Semana Laboral Reducida, implementado en diversas empresas que participaron voluntariamente, demostro que los empleados pueden mantener su productividad y desempeño en menor tiempo de trabajo. Sin embargo, los resultados indican que esta modalidad no es aplicable a todas las instituciones o negocios.
Julissa Pichardo, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), explicó: "Este estudio muestra que, aunque hay múltiples ventajas, la adopción parcial o total de la semana laboral reducida debe ser evaluada según la naturaleza de la organización, su capacidad productiva, estructura de la cadena de valor, perfil de sus empleados, bienes y servicios que produce, y el mercado que atiende, entre otros factores".
Durante el programa, un 53% de los supervisores notaron diferencias significativas en la productividad, satisfacción laboral y motivación entre los 492 empleados participantes en la jornada reducida y aquellos en la jornada estándar. Los trabajadores en la jornada reducida mostraron un desempeño muy alto, mientras que los de la jornada estándar se ubicaron entre medio y alto.
El 95.3% de los empleados en la jornada reducida reportaron una mejora en su calidad de vida, y el 93.8% aprovecharon el tiempo adicional para otras actividades. Se observó una disminución del estrés en un 76% y una mejora en el balance entre la vida laboral y personal en un 88.6%.
Pura Martínez, investigadora asociada, señaló: "Observamos una disminución en la frustración, mal humor, saturación mental, y una mejora en la salud mental, con menos agotamiento físico y sobrecarga de trabajo. Esto se traduce en más tiempo para actividades sociales y recreativas, tiempo en familia y un aumento en el trabajo en equipo, mejorando las relaciones entre compañeros".
El programa redujo las horas de trabajo semanal en un promedio del 15%, revelando que los objetivos empresariales se cumplieron en un 91% y casi siempre en un 9%. Estos resultados sugieren que, si bien la semana laboral reducida puede ser beneficiosa, su implementación debe ser cuidadosamente considerada según las características específicas de cada organización.
