
San Cristóbal.– En condiciones de extrema vulnerabilidad, una joven de 21 años vive junto a sus seis hijos en una construcción abandonada ubicada en el barrio Las Cucarachas de Madre Vieja Norte, en esta provincia, enfrentando a diario la precariedad y la falta de oportunidades.
Pamela Arias, quien no cuenta con documentación legal y fue criada por una familia adoptiva, relata que tuvo a su primer hijo a los 11 años. Desde entonces ha sobrevivido mendigando en las calles, sin dejar de luchar por el bienestar de sus hijos, cuyas edades oscilan entre los 10 meses y los 10 años.
“Esto es una iglesia que en el tiempo de Balaguer quedó paralizada la construcción. No es porque quiero estar aquí… aquí no es apropiado para ellos”, expresa Arias al referirse al lugar donde habita, un espacio improvisado donde se manipulan varillas y tubos, lo que representa un riesgo para los menores.
La joven asegura haber sido víctima de violencia de género y que, tras separarse del padre de sus hijos, no ha tenido más opción que refugiarse en esa estructura, sin servicios básicos ni condiciones adecuadas para criar a sus niños. Algunos de ellos presentan problemas de salud y ninguno ha sido declarado, lo que dificulta su acceso a servicios de salud y educación.
“Quiero que en el día de mañana ellos sean alguien”, afirma, mientras explica que ha buscado empleo sin éxito debido a su situación legal. Dice saber leer, escribir, hacer trenzas y aplicar uñas, pero no ha recibido oportunidades laborales.
Pamela hace un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para recibir apoyo, ya sea a través de un empleo, asistencia para obtener sus documentos o ayuda humanitaria para sus hijos. Las personas interesadas en colaborar pueden comunicarse al número 829-592-3280.
Esta historia forma parte de la serie “Los rostros sin techo: resistencia contra la adversidad”, una mirada a la realidad de cientos de dominicanos que viven en condiciones de extrema pobreza y exclusión social.