
Washington.– El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer lunes una orden ejecutiva para restablecer aranceles del 25 % sobre las importaciones de acero y aluminio, eliminando cualquier tipo de exención o excepción para los países afectados.
“Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio”, declaró Trump desde la Casa Blanca, asegurando que su decisión busca fortalecer la economía estadounidense y reducir el déficit comercial.
La medida golpeará con fuerza a Canadá, Brasil, México y Corea del Sur, principales proveedores de acero y aluminio a Estados Unidos. En el Reino Unido, la federación UK Steel calificó la decisión como un “golpe devastador” para un sector que ya enfrenta dificultades.
Por su parte, la Unión Europea (UE) ha advertido que tomará represalias, como ya lo hizo en el pasado gravando productos estadounidenses emblemáticos como el whisky bourbon y las motocicletas Harley-Davidson. Francia y Alemania han llamado a la cooperación, aunque alertan sobre los efectos negativos de una nueva guerra comercial.
Presión sobre China y otros socios
Además de los nuevos aranceles al acero y aluminio, Trump insinuó la posibilidad de imponer tarifas adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips electrónicos.
China también enfrenta nuevas medidas arancelarias. Desde el martes, el país asiático está sujeto a un arancel adicional del 10 %, sumándose a los gravámenes ya existentes. En respuesta, Pekín aplicó represalias sobre productos estadounidenses valorados en 14,000 millones de dólares, mientras que las tarifas impuestas por Trump abarcan bienes chinos por 525,000 millones de dólares.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, advirtió que “no hay ganadores en una guerra comercial”.
Desde su primer mandato (2017-2021), Trump ha utilizado los aranceles como herramienta clave en su política económica. Aunque algunas tarifas fueron eliminadas por su sucesor, Joe Biden, el republicano insiste en aplicar medidas proteccionistas para equilibrar la tributación de los productos importados con los bienes estadounidenses vendidos en el extranjero.
Recientemente, Trump amenazó con aranceles del 25 % a México y Canadá, aunque suspendió la medida durante un mes para negociar un posible acuerdo. También descartó gravar con impuestos los paquetes de menos de 800 dólares, lo que habría afectado a plataformas como Shein y Temu.