
Ahora Noticias RD
Washington, D.C.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra enfrentando un complejo laberinto judicial mientras intenta implementar su controvertida reforma del sistema migratorio. Su decreto para eliminar la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados o con estatus temporal ya recibió su primer revés legal: un juez federal en Seattle lo calificó como “claramente inconstitucional” y pausó su implementación por 14 días.
El magistrado John C. Coughenour basó su decisión en la Enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la ciudadanía a toda persona nacida en suelo estadounidense, sin importar el estatus migratorio de sus padres. “No me sorprende ese juez”, declaró Trump tras el fallo, señalando su frustración ante las primeras demandas interpuestas por 22 estados que buscan frenar sus medidas.
Según Justin Crowe, profesor de Ciencias Políticas de Williams College, Trump emplea una estrategia basada en “lanzar medidas drásticas para mantener su base de votantes movilizada, aun cuando muchas de ellas enfrenten bloqueos legales”.
Entre otras propuestas polémicas, Trump ha sugerido imponer aranceles en lugar de impuestos sobre la renta y ha dejado entrever su intención de modificar el límite de dos mandatos presidenciales, establecido por la Constitución. Estas declaraciones han generado críticas de juristas y defensores de derechos civiles, quienes advierten que el mandatario está poniendo a prueba los fundamentos del constitucionalismo estadounidense.
Batallas legales en el horizonte
Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) han dejado claro que no permitirán que estas iniciativas avancen sin resistencia. “Hemos enfrentado a Trump en los tribunales más de 430 veces y tenemos el manual para ganar nuevamente”, declaró la ACLU en su página web.
Sin embargo, Trump cuenta con una ventaja: el control republicano del Congreso y una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo podrían inclinar la balanza a su favor en ciertas propuestas.
Con la inmigración como uno de los temas centrales de su agenda, el presidente ha logrado encender el debate público y crear una sensación de urgencia sobre la necesidad de reformas. Analistas advierten que, aunque muchas de sus propuestas puedan quedar bloqueadas, Trump busca consolidar el respaldo de su base y mantener la atención pública en su narrativa.
“El constitucionalismo estadounidense no es estático; siempre existe la posibilidad de que las opiniones y los fallos cambien”, afirma Crowe, quien añade que el presidente y su equipo están utilizando esta coyuntura como una “prueba de estrés” para medir qué cambios pueden ser aceptados.
Mientras las batallas legales se intensifican, Trump continúa avanzando en su agenda migratoria, convencido de que las polémicas son parte esencial de su estrategia política y de su lucha por marcar un antes y un después en la historia del sistema migratorio de Estados Unidos.