Por Hector Luis Feliz
El partido de gobierno no tiene excusas —ni tiene a quien culpar en los anteriores cuatro años de gobierno porque fueron suyos— para expulsar las verdaderas transformaciones que el pueblo dominicano necesita, sobre todo ahora que cuentan con una mayoría favorable en el congreso de la república.
En el periodo gubernamental pasado, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) se la pasó escudado detrás de la retórica de que los males por el cual el país estaba pasando, eran producto de los 16 años consecutivos y cuatro más suspendidos, que el partido de la estrella amarilla había pasado en el poder, sin darle respuestas a los temas más importantes que habían que solucionarse y por eso el mencionado cambio que ellos promovían, se incorporaría pero de manera más lenta dado el descuido de los gobiernos anteriores. Pero afortunadamente el discurso tendrá que cambiar de ahora en adelante porque ya no hay un culpable externo, si no que ellos mismo son los responsables de lo que sea logrado hasta entonces, y eso varía totalmente el discursito del pasado.
Al presidente Abinader le pesa un gran compromiso entre sus hombros... por un lado, deberá tomar prestado —en la praxis— el discurso de su antecesor del «corregir lo que está mal, continuar lo que está bien, y hacer lo que nunca se hizo» ya que, en primer lugar, en su pasado gobierno hubieron grandes falencias... Funcionarios qué mal aparentaban las buenas intenciones que desde el principio mostró el señor presidente; unido a esto, también surgieron grandes escándalos de corrupción que si bien es cierto el llamado “Ministerio Público Independiente” nunca inició hasta el momento, ninguna investigación respecto a estos escándalos tan graves y que deslegitiman, en absoluto, el discurso de cambio, que por tanto tiempo hemos venido escuchando de manera rimbombante en los últimos seis años.
También es un compromiso del presidente mantener lo que está bien... Debe preservarse, y seguir avanzando en todo lo referente al turismo; el cual representa nuestra principal fuente de ingresos, divisas, empleos; y es innegable que en los últimos años hemos dado pasos trascendentales en este sector, que no es un hecho controvertido ni siquiera por los partidos opositores. La llegada de 10 millones de turistas en 2023, marcó un precedente histórico en todo lo referente al turismo, lo cual es evidencia de que el trabajo ha sido bueno y se ha cumplido con lo pretendido.
En ese mismo orden, debe hacerse lo que nunca se hizo… El gobierno tiene la responsabilidad de dar respuesta de forma obligatoria sobre cuestiones como el sistema eléctrico, que en los últimos meses parece que hemos retrocedido negativamente a un malestar que parecía ser ya un problema superado, pero desafortunadamente no fue así. El sistema educativo, por su parte, es sin lugar a duda la problemática más preocupante que hemos tenido desde hace décadas. Hemos tenido un estanco educativo que se evidencia en todo el extracto social del país. Parece no darse pasos firmes de progreso, hacia lo que podría llamarse la materia prima fundamental del país; que es prioridad, sin duda, de cualquier nación que procure desarrollarse en todo el sentido amplio de la palabra.
La responsabilidad está en sus manos señor presidente. Se ha demostrado en lo largo de nuestra historia que el pueblo dominicano ni agradece, pero tampoco guarda rencor… Sí las grandes transformaciones que como país necesitamos no llegan — después de haber prometido durante tanto tiempo que así sería— pues la historia le adjudicará la responsabilidad y pasará a ser un gobernante más, de lo que con todo el poder que poseían no impulsó de forma progresiva el cambio real que siempre se promete; pero si en contraposición, hace justo lo que el pueblo espera de usted, y que se vio ratificado el interés de que así fuese, en las urnas, al otorgarle la reelección con más de un 52% de los votos; pues la historia lo recordara justamente como quiere usted que lo recuerden, qué es como el presidente de las grandes reformas y de las grandes transformaciones que impactaron de manera positiva nuestro país. En sus manos está la construcción del calificativo categórico con el que se referirán hacia usted después de su salida del gobierno para 2028.