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BARAHONA- Antonia Cuevas Yapul, madre del joven Carlos Daniel Féliz Cuevas, solicita la intervención del presidente Luis Abinader para repatriar a su hijo de 25 años, quien se encuentra en un centro de detención de migrantes en Baja California, Estados Unidos. Carlos, quien ingresó de manera irregular a Estados Unidos hace cuatro meses, está en condiciones de salud críticas.
Antonia Cuevas Yapul, conocida como Senia, detalló que su hijo lleva más de tres meses detenido, sin poder recibir visitas ni ser procesado para su ingreso o repatriación. Según Senia, Carlos ha sido maltratado y sometido a más de diez cirugías sin su consentimiento, lo que ha deteriorado gravemente su salud.
“Lo están matando lentamente”, afirmó la madre, quien describió el sufrimiento de su hijo. Carlos se encuentra en una silla de ruedas y ha sido intervenido quirúrgicamente en varias partes del cuerpo, como entrepiernas, brazos y axilas. Senia también mencionó que su hijo escupe sangre y sufre dolores constantes, además de temer consumir la comida proporcionada en el centro de detención.
Antonia Senia Cuevas Yapul ruega al presidente Luis Abinader y a la Cancillería dominicana intervenir urgentemente para indagar sobre la situación de su hijo y facilitar su regreso a la República Dominicana. La madre no quiere que su hijo sea enviado de regreso en un ataúd, sino vivo y con oportunidades de superarse.
Carlos Daniel Féliz Cuevas salió de la República Dominicana a mediados de marzo con la esperanza de lograr el “sueño americano”, pero su travesía se convirtió en una pesadilla. Tras ingresar a México en condición migratoria irregular y entregarse a las autoridades estadounidenses, fue detenido y desde entonces su situación se ha vuelto desesperante.
Hasta el momento, Senia ha recurrido a los medios de comunicación para dar a conocer el caso de su hijo y busca que las autoridades dominicanas tomen acción. La madre, angustiada, espera que su súplica llegue a oídos del presidente Abinader y de la Cancillería para que su hijo pueda regresar a casa sano y salvo.
“No quiero me lo envíen en un ataúd, sino sano, sonriente y con deseos de superarse, conseguir el ‘sueño americano’”, concluyó Antonia Cuevas Yapul.
