LA FELICIDAD NO EXISTE

 


Por: Aníbal Corcino M.

Abogado. Samaná. Rep. Dom. 


En la actualidad y desde hace muchos años se ha puesto de moda la búsqueda de la felicidad a todo costo, es común ver seres humanos que inician hazañas como: viajar por el mundo, vivir sin hijos o parejas, sin apegos materiales, otros se hacen nómadas o sectarios radicales, otros luchan por todo el dinero del mundo. La gran pregunta aquí es ¿Al logran su objetivo realmente logran la felicidad? La realidad es que no, porque lo que llamamos felicidad como un elemento lineal, en que se puede vivir de manera constante y permanente en plena risa y gozo no existe, porque la felicidad puede estar ligada a lo moral e inmoral. 

Cuándo se mata a una persona si quien lo hace es un psicópata que disfruta el hecho ¿Es feliz? Si quien abusa de un niñ@ es un pedófilo ¿Es feliz en el acto? En este sentido no es posible una persona que por causa de su gran felicidad pueda estar riendo todo el día y todos los días del año, que pueda hacer el amor durante todo el día y todos los días, porque le da felicidad, que pueda abrazar todo el día a su hija que ama de corazón, pues esto le hace feliz, esto sin duda sería una locura y se le juzgaría por ello. El estrés, las cargas negativas que esto provocaría también en la otra persona a quien abrasamos o le hacemos el amor todo el día para sentirnos felices sería una carga insoportable. 

En tal sentido, eso que le agrega al ser humano paz, amor propio, tolerancia, paciencia, vocación de servicio, amor por la humanidad y sus seres queridos, propósitos claros, metas definidas o amor por la vida y la naturaleza y que lo genera de manera constante y permanente durante los 365 días del año no es la felicidad, porque la felicidad como tal depende de las circunstancias o de los resultados constantes en la vida; Tal es el caso de un empresario que es feliz cuando gana dinero, pero a donde van sus emociones cuando pierde. Si su felicidad depende de cuánto gana o pierde entonces ya no sería feliz, más bien tendría momentos felices.

En tal sentido, todos los gurús que venden fórmulas para la felicidad están tan equivocados como los libros y talleres que venden o escriben.   Desconocen ellos mismos la felicidad misma y no entienden, que lo que da este bienestar de vida es más profundo que simples momentos felices y se llama Plenitud Emocional y espiritual, es esa plenitud interior que se logra a través del desprendimiento, a través de la aceptación, de la liberación personal y sana de las expectativas ajenas y las expectativas de los demás, de la carga social que lleva cada ser humano, que le hace pensar en cada momento sobre lo que no tiene y cree que debe tener, de esa carga personal e interna que llevamos dentro, sobre la cual actuamos pensando en lo que los demás esperan de nosotros y nosotros de los demás. 

Muy por el contrario a la felicidad momentánea obtenida por cada gota de dopamina motivada por las recompensas o liket que te da la vida, la plenitud es llenar el vacío interior causado por la falta de propósitos y metas claras en la vida, por la falencias de la infancia, es ser pleno mental, emocional y espiritualmente, la plenitud es lo que permite moverse libremente sin que el dedo acusador de los demás nos afecte, cuando puedo moverme sin que mi propio dedo me acuse y me exija hacer lo que no quiero, no puedo o no debo solo por aparentar algo que en ocasiones no quiero o no soy, ahí nace algo que se llama plenitud y es constante, porque es un estilo de vida, es una manera de ver el mundo y caminar día a día y que apoyado en ello puedo ir logrando cada vez más y más  momentos felices. 

La plenitud es ser feliz y sentirte en paz aun en medio de las dificultades y los montos difíciles de la vida. Cuando podemos vivir con lo que tenemos, ser conforme y luchar por lo que deseamos, pero sin la prisa y la agonía de quererlo tener ya, cuando aceptamos aquello sobre lo que no podemos tener control, cuando aceptamos a los demás como son y dejamos de cargarnos con la necesidad de cambiarlos, ahí está a la plenitud.

Pero sobre todo cuando encontramos nuestro centro, nuestro propósito en la vida, cuando somos capaces de reconocer la existencia de un Dios, y que Dios no nos hizo únicamente como seres materiales para gastar lo que hay en la naturaleza, sino que como seres espirituales tenemos una misión en la tierra, cuando te apegas a ese propósito divino, a esa gracia capaz de dar paz en medio de toda tormenta también eres feliz, porque la fe, la esperanza, como medicina infalible nos hacen vivir en paz y la paz también da felicidad.

Por tanto, querido nos es válido dejarse engañar por los ilusionistas de la felicidad, mejor es dejar de buscar y dedica tiempo para agregar valor a la vida, a agregar cuantos momentos felices puedas, porque de cada minuto feliz que se pueda logran se obtendrás un paso para alcanzar la plenitud, esa que solo se logra cuando tenemos a cristo, pero sobre todo cuando nos liberamos de las expectativas ajenas y de las expectativas nuestras para vivir y actuar sin ataduras y presiones sociales, o las cargas de todas índoles que nos impone la sociedad. 

En este nuevo año 2024 saber y disfrutar de cada uno de los momentos felices que nos da la vida puede ser también una meta muy loable.

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