
SANTO DOMINGO.– Desde que asumió la presidencia en 2020, Luis Abinader ha hecho de la infraestructura y el desarrollo urbano uno de los ejes principales de su gobierno. Viviendas, transporte y conectividad encabezan la lista de prioridades, aunque no todo el camino ha sido asfaltado sin baches.
De acuerdo con cifras oficiales, más de 300 obras han sido ejecutadas por el Ministerio de Obras Públicas, con una inversión que supera los RD$71 mil millones, sumado a la entrega de 7,180 viviendas nuevas y 45 mil reparaciones a través de los programas Mi Vivienda y Dominicana se Reconstruye, beneficiando a más de 200 mil ciudadanos.
En transporte, resaltan el Teleférico de Los Alcarrizos, ya en funcionamiento; la construcción del Monorriel de Santiago, con fecha estimada de entrega en 2026; y la extensión del Metro hacia Villa Mella, prevista para 2027.
Sin embargo, obras emblemáticas como la Autopista del Ámbar y el Tren Metropolitano de Santo Domingo han enfrentado dificultades. En el caso de la Autopista, pensada para conectar Santiago con Puerto Plata en 35 minutos, la licitación quedó desierta en 2023 y no se han mostrado avances relevantes desde entonces.
Por su parte, el Tren Metropolitano, considerado uno de los proyectos estrella del gobierno, fue relanzado en 2024 pero posteriormente cancelado para rediseño, generando incertidumbre sobre su futuro.
Además, proyectos como el Puente Hípica–Las Américas y la rehabilitación de la calle Las Damas, han sido afectados por retrasos administrativos, técnicos y legales.
En otras áreas, como salud y educación, se destacan la entrega del Hospital Dr. Mario Tolentino Dipp, 11 centros de diagnóstico y 52 CAIPI, además de más de 1,000 obras deportivas y la remodelación de cinco museos patrimoniales.
A pesar de estos avances, el presupuesto destinado a inversión pública ha disminuido año tras año, lo que ha generado preocupación en sectores que cuestionan si muchas de estas obras se quedarán en planos o si realmente se materializarán antes de concluir el actual mandato.
El presidente Abinader insiste en que ha sentado las bases para una transformación profunda y sostenible del país, pero con varios proyectos emblemáticos aún sin arrancar o estancados, el pueblo dominicano observa de cerca si esas promesas se cumplirán o quedarán pendientes en la agenda del desarrollo nacional.