Santo Domingo.– Fue aplazada para el próximo miércoles la audiencia donde se decidirá si el Ministerio Público logra imponer medidas de coerción contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios de la discoteca Jet Set, por su presunta responsabilidad en el colapso del techo del establecimiento, que provocó 235 muertes, más de 180 heridos y dejó al menos 130 niños huérfanos.
Los imputados fueron trasladados bajo estrictas medidas de seguridad al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. Maribel Espaillat, visiblemente afectada y bajo tratamiento médico, llegó escoltada, mientras que su hermano Antonio fue regresado a su celda tras conocerse el aplazamiento, sin que se especificaran las causas del mismo.
El Ministerio Público ha solicitado prisión preventiva para Antonio y arresto domiciliario para Maribel, alegando que ambos fueron advertidos sobre las condiciones estructurales críticas del local y, aun así, permitieron la celebración de eventos masivos.
El procurador adjunto Wilson Camacho aseguró que el expediente cuenta con pruebas de peso, incluyendo intimidación comprobada a testigos, lo que refuerza la solicitud de medidas restrictivas.
“La intimidación del testigo es un hecho corroborado en el proceso. Esto representa un peligro procesal grave por parte de los imputados”, subrayó Camacho.
Además, destacó la magnitud humana del caso:
“Niños que antes del 8 de abril tenían su vida asegurada, hoy enfrentan un futuro incierto porque dos personas pusieron sus intereses económicos por encima de la vida de sus clientes”.
El país sigue con atención cada paso del proceso judicial, considerado uno de los más delicados y trágicos de los últimos años, en el que la sociedad clama justicia para las víctimas y medidas ejemplares para los responsables.
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