PRESIDENTE ABINADER SI SIGUE APRETANDO LA TUERCA SE LE PUEDE CORRER


Por: Aníbal Corcino M. (Lic. En derecho) 

Un hijo del Municipio Histórico de Sánchez. 

La verdad tiene que ver con la imagen que emerge de la interacción realidad y cerebro, es una representación mental de la realidad, no es la realidad misma y eso se demuestra en nuestro país y en la mente del presidente Luis Abinader y su equipo de pensadores; Es fácil ver, cómo el consenso colectivo por medio de ellos tiene el poder para imponer sus representaciones preferidas de la realidad, en ocasiones hasta de la verdad y la mentira, aunque estas estén muy alejadas de la realidad. 

Quizás algunos solo conocen un lado de los muchos lados que tiene el problema haitiano, en este sentido me quiero permitir mostrar una cara del problema que nos ayude a entender, cual es la realidad y porque estas medidas tomadas últimamente por el presidente más que una solución son una amenaza para la paz nacional. Estas medidas las considero populistas, y me veo en la obligación de decir, que aportan nada a la solución del problema y más bien pueden dar origen a un mayor mal. 

En la actualidad se ha dado la orden de no dar atención médica a los haitianos ilegales en el país y si fuera una emergencia luego de atenderle en el estado en que se encuentre repatriarle hacia un país sin sistema médico, sin ningún tipo de institución u organización que dé seguimiento a dicha situación ¿Y qué pasará cuando esta enfermedad sea Covid, Colera, VIH etc. 

Así como esta también se han publicado otras medidas que crean un cerco alrededor del nacional haitiano en nuestro país, esto me preocupa y por ello quiero hacer este llamado de atención. La problemática haitiana no debe ser vista por el gobierno solo desde la óptica colectiva de los ciudadanos, sino desde lo ampliamente político y humano, porque él no verla así puede degenerar un mal mucho mayor al que hoy tenemos. 

Si miramos la vecina nación de Haití en su realidad, allí no hay justicia, allí no hay cuerpos de migración, allí no hay empleo, allí no hay comida, allí no hay agua potable, allí no hay hospitales funcionales, allí no hay escuelas funcionales, allí no hay gobierno, allí no hay nada, pero estamos perdiendo de vista, que estos seres acorralados allí, en la sequía, en la necesidad generalizada son seres humanos y que los seres humanos tenemos un sentido de supervivencia natural, que nos va inducir a sobrevivir a todo; Aun cuando la muerte sea segura, la mente humana no asimila la derrota por la vida y se defiende. 

El proceso de deportación que lleva el gobierno lo considero correcto y muy necesario, pero no podemos perder de vista, que esto solo es un medio de control, porque si en Haití no hay ninguna intervención, llevar y deportar haitianos es como tirar agua y recursos al mar, si no hay nada que lo retenga de aquel lado, es seguro que ellos volverán, volverán porque no tienen otra salida. Aun las vacas, cuando se le encierra donde no hay comida rompen los alambres, los humanos somos animales a veces tan irracionales como los demás. 

Debemos seguir deportando, controlando, pero esto es solo mitigar, porque la solución real no está en nuestras manos mi querido presidente, creer que la presión directa sobre estos seres humanos del vecino país es la solución o medida correcta es uno de los peores errores que hemos podido cometer. La atención médica a los haitianos se puede regular, pero no impedir, recuerde presidente, que en nuestro país ellos son los que viven en mayor estado de asilamiento, son los que más enfermedades de origen infectocontagioso han traído aquí y viven con ellas de aquel lado, y que en el proceso de migración irregular las recibimos sin ningún control, esa atención medica es el medio para mitigar, regular, controlar y resolver ese mal. ¿Si se prohíbe la atención médica como podríamos controlar esto? ¿Qué pasara en estos barrios haitiano?

Presidente, creo que este no es un tema para complacer a las masas, este es un tema para pensar y  que contrario a la idea de presionar al ser humano cuya responsabilidad de su desgracia sabemos que es nula, que son sus políticos y las altas clases dirigentes los responsables de todo el mal haitiano, incluyendo a las naciones que de ella se aprovecharon y no el ser humano común, que solo busca sobrevivir; Cerrarle, cercarle, atrincherar a los humanos no es la medida correcta y hacerlo abre las puertas para un estallido social, marchas y demás situaciones. 

El ser humano cuando se ve sin salida las crea y el pueblo haitiano solo ve una salida a su mal, nuestro país, somos el vecino gordo, en buena, con todo, mientras ellos se caen a pedazos y estas medidas contra el ser humano son más bien una declaración silente de guerra no al gobierno haitiano, sino a la masa haitiana. Presidente, lo que le damos hoy a los haitianos no ha sido un regalo, mirémoslo más bien como un placebo o inversión que ha servido para mantener la paz. 

En tanto señor presidente, considerando, que el problema haitiano es de geopolítica, ni siquiera de política local, antes que presionar a los humanos y llevarlos al colapso, deberíamos seguir presionando en la manera en que iniciamos. El llamado internacional, las medidas geopolíticas, el cerco geopolítico internacional es la herramienta más poderosa de nuestro país frente a este problema. 

Y si bien no hemos cosechado grandes frutos, son claros los aportes como el de Kenia, USA, otros países y el interés del mundo despertado sobre este tema ha sido un logro de su gobierno. El llamado internacional y todo lo que implique llamar la atención y encerrar al gobierno haitiano para que decida, sí puede aportar solución, lo otro solo nos puede llevar a la revolución. Una revolución social, que aun ganando la habremos perdido.   

“No perdamos de vista jamás la realidad de la realidad sobre la petición colectiva, porque esta no siempre va con la realidad y recuerde que la responsabilidad mayor es de quien actúa y no de quien piensa.”


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