
La Paz.– El presidente boliviano, Luis Arce, anunció ayer sábado la construcción de una segunda planta de industrialización de la hoja de coca en el departamento de La Paz, con el objetivo de fomentar su uso legal y avanzar hacia su exportación. Este esfuerzo busca desligar la planta de su asociación histórica con la cocaína, un estigma que Bolivia intenta revertir en el ámbito internacional.
Arce enfatizó que la industrialización permitirá la creación de productos como infusiones, caramelos, pasta dental, cápsulas y harina de coca, los cuales ya se elaboran en el país, y expresó su esperanza de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elimine a la hoja de coca de la lista de sustancias controladas, donde ha estado catalogada desde 1961.
Bolivia permite legalmente el cultivo de hasta 20,000 hectáreas de coca para fines tradicionales y medicinales. Sin embargo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) estima que el área cultivada alcanza las 30,000 hectáreas, lo que indica que parte de la producción sigue siendo desviada hacia el narcotráfico.
A pesar de estos desafíos, el gobierno de Bolivia busca fortalecer su enfoque en la valorización cultural y el desarrollo económico de la hoja de coca, mientras mantiene su lucha activa contra el tráfico ilícito.