Por Ahora Noticias RD
Pekín. El gobierno chino alertó este martes que "nadie saldrá ganador de una guerra comercial", en respuesta al anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel adicional del 10% a los productos provenientes de China a partir de enero de 2025.
Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, destacó que las relaciones comerciales entre ambas naciones han sido históricamente beneficiosas para ambos lados y advirtió sobre las consecuencias negativas de medidas proteccionistas.
Trump, a través de su red social Truth Social, anunció la implementación de nuevos aranceles dirigidos no solo a China, sino también a Canadá y México, con tasas de hasta un 25% en algunos casos. Justificó las medidas como parte de su estrategia para abordar la crisis de los opiáceos y los flujos migratorios, señalando específicamente a China por su presunta falta de acción contra el tráfico de fentanilo.
El republicano argumentó que el gigante asiático no ha tomado suficientes medidas para detener el suministro de precursores químicos utilizados por cárteles mexicanos para producir el opiáceo sintético que ha causado una crisis de sobredosis en Estados Unidos.
En contraste, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, reiteró que el país está dispuesto a mantener el diálogo con el equipo de Trump y negó rotundamente las acusaciones de complicidad en el tráfico de fentanilo.
"China ha adoptado medidas contundentes para controlar la producción y exportación de precursores químicos", aseguró Mao Ning, aclarando que estas acciones contradicen las acusaciones hechas por Washington.
Liu Pengyu, por su parte, dijo que la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos es esencial y que decisiones unilaterales podrían perjudicar no solo a ambos países, sino también al comercio global.
El anuncio de Trump marca el inicio de un período de tensiones comerciales que amenaza con afectar la economía global. Expertos advierten que una escalada en las medidas proteccionistas podría impactar negativamente los mercados internacionales, encarecer bienes esenciales y deteriorar aún más las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.
Por ahora, China espera que el diálogo prevalezca y que ambas partes encuentren una solución que evite un enfrentamiento comercial de gran escala.