
Por: Lic. Anibal Corcino M.
Hijo del Municipio Histórico de Sanchez.
Durante toda mi vida racional he escuchado esta frase en boca de sabios e indoctos, unos la utilizan para juzgar a los religiosos, otros para justificarse y otros simplemente para detractar las religiones y descalificar su existencia, ritos y acciones. Es por ello, que me gustaría dar a conocer el origen de esta tan mencionada frase y a la vez poder razonar, sobre qué tanto hay de verdad en la misma y la forma en que se utiliza, pero sobre todo sí será cierto que la religión es el opio de los pueblos.
Lo primero, es plantear el origen de la frase; La misma nace de un aporte que hace Karl Marx a la obra de Hegel “Introducción Para la Crítica de la Filosofía del Derecho” en su contexto original posee una muletilla que le antecede, la cual al parecer no existe para muchos, sino que se limitan solo a la última parte del párrafo. Frase “La religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real del mundo sin corazón, así como es el espíritu de una época privada de espíritu.” (Es el opio del pueblo.)
Para entender mejor la frase, también se hace necesario poder conocer el concepto o definición del término (Opio) y su utilización en la vida del ser humano “Extracto de la adormidera que contiene diversos alcaloides, como la morfina, la codeína y la papaverina, muy adictivo y con propiedades analgésicas, narcóticas y astringentes” En el contexto de esta obra el opio se utilizaba de manera medicinal para curar los dolores y ciertas enfermedades, también el opio era un escape a la realidad del ser humano por su efecto alucinógeno, en este contexto funcionaba como un consuelo medicinal a sus miserias y errores que le llevaba a soñar más allá de su imaginación, pero también era un elemento dañino para muchos de sus consumidores, especialmente las mujeres embarazadas y personas con afecciones del corazón.
Desde esta óptica la utilización de la frase “La religión es el opio del pueblo” puede tener sentido y es que si miramos sobre todo algunas doctrinas religiosas y las locuras que plantean y la manera en que algunos seres humanos las asumen y ni siquiera las cuestionan o analizan cuan adicto común que no cuestiona lo que recibe de manos de su verdugo; Entonces si entraríamos en uno de los tres usos históricos de esta sustancia.
Una de estas doctrinas es la de la vida después de la muerte o escatología final del ser humano. Las religiones tradicionales plantean, que los seres humanos cuando mueren van al cielo o al infierno de manera inmediata, otras agregan el purgatorio y qué decir de las que definen el más allá como un espacio con tres reinos, el Reino Celestial, Reino Terrestre y Reino Telestial, en los cuales el ser humano medio bueno deambula y juega dominó por toda la eternidad.
Sin embargo, estas mismas religiones en pro de estas doctrinas hacen ritos a los muertos, hacen penitencias para que el mismo pueda ir a mejor vida, hacen cultos para orar y allanar el camino del fallecido, piden a Dios que le acoja en su santo seno y que borre sus pecados para que no valla al infierno, bautizan y limpian el cadáver del pecado; otros religiosos hasta oran para que el menos malo pase a ser bueno y lo reciban en el cielo.
Pero en el otro tenor, son estas mismas religiones las que predican en sus ritos la idea de que Cristo viene y que cuando él venga el muerto se irá con él y que todos los demás muertos resucitarán y serán juzgados por sus pecados y buenas obras. Desde esta óptica no sé cómo sería posible, que los muertos que ya están en el infierno suban y los que ya están en el cielo bajen a la tierra nueva vez para ser juzgados por Cristo Jesús en su segunda venida.
¿Y si después de mil años en el infierno, el día del Juicio Cristo decide que voy al cielo, quién me compensa todos los años en el infierno y viceversa? Si miramos la frase desde esta óptica, de una religión que da un placebo al ser humano para mitigar su dolor, que aliviana su sufrimiento incluso con la esperanza de que al morir también se verán en el cielo, entonces ahí sería la región un opio, que evita la realidad y la aceptación del dolor “La religión es el sollozo de la criatura oprimida” y útil para suavizar su dolor, declarándose así su efecto como un elemento curativo y dormitivo para el alma.
Y qué decir de esta parte “así como es el espíritu de una época privada de espíritu” Desde esta óptica la región se vería así misma como algo que fortalece, que da razón a la vida, que da fuerza para seguir adelante, para luchar, pero ¿Y qué sería el ser humano sin esto? Sin una razón para seguir adelante; Quitar la esperanza del ser humano es matarlo en vida. “La religión es el opio del pueblo” El opio duerme, la religión reanima, da vida, da fuerza, da salud, da esperanza.
La pregunta que surge aquí es ¿Si ya de manera natural todo el que muere está en el cielo o baja al infierno, a que viene Cristo? No debería el señor ahorrarse ese trabajo y dedicarlo a otra cosa y dejar que la naturaleza siga haciéndose su clasificación de manera natural.
¿Si los que mueren van al cielo o al infierno a qué viene Cristo? 1 Tesalonicenses 4:13 al 18, nos describe esta realidad bíblica y refiere que los muertos duermen hasta la venida de Cristo y será el día de la venida que todos se levantaran y junto a los vivos se hará el gran juicio que dividirá a los buenos de los malos, a los salvos de los perdidos. Otros versículos al respecto son: Mat 10:28, Eclesiastés 9:5, Isaías 8:19,20; Juan 11:11-14, 21-25, entre otros.
En el anterior sentido ¿Sería la religión un opio? Y si así fuera, ¿Qué nombre se le daría al líder religioso que utiliza la religión como placebo de dominio o manipulación? En qué renglón entra el líder religioso que enseña los cambios de doctrina personales o institucionales y que los acomoda a luz de la palabra, ofreciendo castigos, deshonra, condena terrenal y eterna a quienes no cumplen con estos preceptos y aunque es buena su intención y aunque en principio busca dar paz y tranquilidad al hermano no deja de ser opio lo que da.
¿Sería este líder religioso un delincuente común? Un rastrero mentiroso o es un benefactor bondadoso y preocupado como lo es el dueño del punto de droga, que sabe que poniendo mentira en la sangre de sus compradores mata su ansiedad y les ayuda. Creo que no es la religión el opio, es el individuo, es la persona, es el pecador quien mal utiliza la religión, esta poderosa arma será lo que una pistola en las manos de un ser humano, lo hace un protector policía o un sicario criminal.
Por tanto, No creo que la región es un opio para el pueblo, más bien es esperanza; Mas, los que se aprovechan de la misma consciente o inconscientemente para dormir, dominar y todo lo anterior, es en sus manos la religión más que Opio, es droga mortal de la que hace repudiar verdades como la explicadas en este escrito y amar el placebo que le da su verdugo.
Amigo tú que leíste atraído por el titulo; No estoy en contra de las religiones, muy por el contrario, participo de las mismas y me considero un cristiano, reconozco que, así como el arca de Noe con todos los malos olores que desprendían los animales en el arca, no se podía uno salir de ella so pena de morir ahogado; las religiones son y serán el medio de salvación para la humanidad, porque en esta guerra cósmica sé está de un lado o de otro. No hay punto medio y buscar de Dios, congregarte es la mejor decisión que puedes tomar.`
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