Por: Ezequiel
Cuevas
En el diario vivir de la República Dominicana, vemos con preocupación una constante que se ha fijado en la población.
A menudo, gracias a la modernidad de los equipos de comunicación (celulares) y al gran avance de la tecnología, vivimos informados de todo el acontecer local, provincial, regional y nacional, y, claro está, del acontecer mundial.
Pero esa necesidad de mantenerse informados, actualizados, al día del escurrir de cada minuto ha provocado en la población una especie de insensibilidad.
Gracias a Jehová Dios Padre Eterno, no nos pasó nada, al no poder yo sacar a Papi, subí a la carretera a solicitar ayuda, ¡INCREIBLE!, NADIE SE DETUVO, y aunque parezca extraño, comprendo a los demás conductores, en estos días las personas se inventan de todo con tal de asaltar y matar a los demás por lo suyo.
Pero, agradecido
de Dios, pasaron 3 jóvenes (dos hombres y una mujer) en dos motores, se
detuvieron y nos auxiliaron, ellos pudieron sacar a Papi, mientras la joven
tranquilizaba a la compañera de mi Papá.
Todos los días vemos personas que antes de ayudar, de socorrer, prefieren tomar un celular y grabar o fotografiar sin tomar en consideración que una vida puede perderse en esos pocos segundos en que necesita ayuda.
Hemos pasado de ser un pueblo solidario a ser un pueblo de primicias y sensacionalismo.
Gracias a Montante, uno de los Jóvenes que nos ayudaron, Dios te colme de infinitas bendiciones.
Sin ellos me hubiese sido imposible, de forma rápida sacar a mis acompañantes del vehículo.
Sin embargo, llegó, no se quien, tomó fotografías y las envió a un Ignorante e Inescrupuloso que de inmediato las publico sin pensar que podía provocar daños mayores a otros; pero también lo entiendo, su deseo de ver gente morir y poder sacar beneficios económicos con la desgracia de otro, es cosa común en su haber.
Espero que, Montante y sus dos amigos puedan leer estas líneas y, sepan, hicieron lo que tanto se vive predicando a diario, ayudar y servir sin mirar a quien… eso solo es de ¡GRANDES!