Las escuelas de Barahona no son del Diablo

 

Por Ezequiel Cuevas


Se que no soy el mejor ciudadano, no soy el mejor maestro pero, creo fervientemente que lo que más se parece a Dios, después de una familia y el amor de una madre, es la escuela. Esta a lo largo de la historia ha sido bautizada como el segundo hogar, yo creo, desde mi experiencia como maestro de centro educativo público, que, para muchos niños, la escuela se convierte el primer y a veces hasta el único hogar, vengo de barrio humilde y se lo que digo.

La escuela es un refugio por excelencia y en donde se les cambia la vida a muchos pobres, utilizar un lenguaje descortés y fuera de una mirada educativa dice mucho de cualquier funcionario educativo y de aquel o aquellos que traten de minimizar el nivel de importancia que se le da a la escuela.

Hacer el esfuerzo por negar su propia voz en una nota de audio, es el acto más cobarde de una persona como Julin Samboy, que, todo el mundo conoce en Barahona que da para esos pronunciamientos y más de ahí. Yo, responsablemente lo emplazo a el para que me someta a la justicia para ver si es mentira que esa voz no es suya o que fue sacada de contexto. Lo que pasa es que es muy bueno privar de toro en lo secreto y oculto, pero a luz pública pedimos cacao.

En lo particular a mi no me sorprende la actitud de algunos periodistas que se prestan a tratar de desmentir un hecho real, si hacemos un listado de los periodistas que tratan de cambiar la maldición perversa y asquerosa de Samboy hacia las escuelas es porque defienden su empleo en EDESUR, MINERD, Salud Pública, Agricultura, etc., y los entiendo, pero carajo tengan dignidad y cuidado con su imagen y el prestigio de su periódico.

En fin, el hecho es que, Julio Samboy, mando al Diablo a las escuelas que dirige, y con eso incluye a los maestros, directores, estudiantes, gente del servicio de limpieza y seguridad, como dijo en su momento el ingeniero Ramón Alburquerque: “ENTREN TOOOO” AL MISMO DIABLO afirma Samboy porque no son de su cartera política.

En sentido final, siempre lo he dicho, el infierno que nos espera como país cada día está más cerca, a nadie le interesa la educación: una directora regional orientadora muda frente a un distrital que manda al diablo al lugar de enseñanza. Nos jodimos,

Para terminar, las escuelas de Barahona son de Dios, del Diablo es quien dijo esa aberrante expresión y sus tapadores o cómplices.

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